La historia de cómo llegamos a subir este pico es algo rocambolesca; la idea era subir el Petrechema (acompañado de un amigo que quería bajarlo esquiando) pero, en uno de mis tradicionales despistes, enfrascado en una animada conversación, me pasé el desvío de Ansó. Decidí no dar la vuelta, seguir hasta Echo -mucha mejor carretera- y retroceder. Pero la sorpresa fue que, al llegar a Echo, la reciente carretera que lo une a Ansó estaba cortada. Tocaba improvisar y un viejo libro que llevaba mi compañero de excursión mencionaba el Acué y allá que fuimos.

Entre pitos y flautas y a pesar del madrugón que nos habíamos pegado, nos dieron las 11 de la mañana cuando cruzábamos la selva de Oza hasta el valle de Guarrinza para dejar el

La progresión era sencilla sobre la fina capa de nieve hasta los últimos repechos, donde yo veía con envidia cómo Javi avanzaba foqueando con aparente facilidad mientras yo me hundía hasta la rodilla en una hermosa capa de nieve en polvo. El grandioso valle de Aguas Tuertas nos sorprendía con bastante más nieve de la que habíamos visto hasta entonces lo que, junto a la fuerte insolación, auguraba un buen día de esquí para Javi y un penoso regreso para mi.

Iniciando la travesía del valle, encontramos a un veterano montañero que, aunque aparentemente era muy buen conocedor de la zona, confundió el Acué con otro pico, lo que nos hizo elegir mal el camino y dar un largo rodeo. Aparte de él, sólo nos cruzamos con algunos sarrios y un par de qubrantahuesos que me pillaron -maldita sea- con la cámara en la mochila.
Tras cruzar a la margen derecha del retorcido Aragón Subordán, iniciamos la ascensión en un terreno que alternaba pastos y neveros; hasta los 2.000 aprox. no se hicieron necesarios los crampones. Conforme íbamos subiendo, las vistas se iban haciendo más y más espectaculares; al NO nos acompañan el Chinebral de Gamueta, Mallo de Acherito, Petrechema con sus escalofriantes agujas... y, más adelante, aparece la Mesa de los Tres Reyes;

a nuestra espalda, la sierra de Secús, con el puntal de Secús y, detrás, el coloso de la zona, el Bisaurín.

Al SE tenemos el macizo de Aspe y, más adelante, aparecen la Collarada, la Moleta, Pala de Ip y, finalmente, se dejan ver los Anayets.

(la imagen pequeña es de la raquetada y no es la que sale al pinchar, hay gnomos en el foro)

(sigue...)
















