El jueves 23, aprovechando que por estas tierras era festivo, subimos Migu, Fabio y un servidor a estirar las piernas por el Pirineo.
Después de encontrarnos en Huesca y de recoger al amigo de Migu en Senegüé, nos encaminamos por el valle de Tena hasta alcanzar la frontera del Portalet y aparcamos un kilómetro más abajo, junto a la Cabaña de L´Araille.
El día se muestra radiante. Cielo limpio, sol brillante, nieve en cantidades casi impensables en estas fechas y viento en calma.
La ruta comienza ya a pie de carretera, así que nos calzamos las raquetas desde el principio, en realidad por no parar más tarde, ya que la nieve aún está dura para caminar sin ellas.
El camino comparte el inicio con la subida al Peyreget, quizá la cima más frecuentada de la zona para, apenas diez minutos más tarde, separarse de ésta hacia la izquierda en busca del fondo del valle de Anéou.
Un vistazo hacia atrás:
El ascenso es progresivo y cómodo. Con mucha huella marcada en anteriores días que son buen síntoma de lo accesible de este pico. En algo más de hora y media llegamos a pie del circo, cerrado por la Gradillére a la derecha, Canal Roya enfrente y Anéou y Péne de la Glére a la izquierda.
Migu llegando al final del Circo:
Para culminar nuestro objetivo la ruta marcada en los mapas es a través del Col de Houer, a la derecha, aunque al no ser una cima demasiado empinada, decidimos acometer por la izquierda buscando unas visibles “zetas” impresas en la nieve por esquís, lo que nos permite acortar algo el tramo final.
Atacando la pala cimera. El Midi d´Ossau surge impresionante a nuestra espalda:

Últimos metros. Espectacular y vertiginosa cornisa de nieve sobre todo el cordal. Un paso en falso y... oo
Migu, en pleno esfuerzo antes de coronar. Detrás, el valle de Canal Roya y Anayet:

(sigue)








