La semana en cuestión estábamos disfrutando del Vall de Boí y los lagos de Aigüestortes. Decidimos que no nos podíamos ir sin atacar un tresmil, el cual sería nuestro primer tresmil pirenaico (bastante diferente a los que hemos subido en Sierra Nevada, por cierto)
Tras hablarlo unos días, pensar en los Besiberris, el Comaloforno, el Comalesbienes, o el Mulleres, nos decidimos por éste último.
Ante nuestro desconocimiento de por dónde subirlo, decidimos hacerlo desde el punto que nos quedaba más cerca, la boca sur del tunel de Vielha.
Sin más voy a comenzar con el relato de la ruta:
"Pasando lista a las 7:53 de la mañana"

A esa hora salimos del parking que hay al lado del refugio.
Aquí, Raquel estaba impaciente por comenzar. Tan impaciente estaba, que hice la
Es una pena, pero no se puede apreciar la cima que íbamos a hacer ese día, la cual se vé perfectamente desde ahí.

Al poco rato comenzamos a caminar por un bosquecillo muy chulo que hacía una sombra preciosa...

... el cual ocultaba a la vista esta cascada del rio Mulleres, una bonita cascada a la cual la

Tras remontar la cascada por el camino perfectamente marcado que queda a su derecha, salimos del bosque a una explanada en la cual el sol empezó a apretar, y eso que llevábamos menos de media hora caminando. El día iba a ser caluroso. El rio ahora se remansaba un poco en unos meandros.

Pero al poco rato aparecía otra cascada a remontar, otra vez por la derecha del río, por donde iba a discurrir gran parte de la ruta. En esta ocasión había que hacer una pequeña trepadilla de unos pocos metros.

Esta era la parte cómoda del camino, pues íbamos remontando el río sin grandes desniveles, el camino alternaba zonas de piedra con tierra, y no se hacía pesado para nada.

Una marmota salió a saludarnos mientras pasábamos por cerca de su guarida. :hiding:

A partir de éste momento, en el cual volvíamos a ver la boca del tunel, el camino se volvió un poco más empinado hasta llegar al refugio. sudor

Al llegar al refugio el camino se suaviza un poco.

Llevábamos algo más de 2 horas y média, con lo cual decidimos aprovechar las inmediaciones para hacer una pausa , descansar y tomar algo. :flex:

Poco después de "repostar" continuamos el camino, al principio suave aunque incómodo por alternar pedregueras de grandes bloques con cómodas repisas de hierba. A mi espalda, la cima. :bash:

Una

... y otra al cuarto lago, con hielos flotando, y la cima al fondo. :blink2:

El camino en esta zona se vuelve otra vez bastante empinado hasta el final del trayecto. Casi al final, hay que superar un nevero que resulta sencillo por estar bastante pisado.

Un vistazo atrás después de haber superado el nevero. sudor

Aqui guardamos las cámaras pues había una trepada, que aunque era sencilla, había que usar las manos. Era de unos 15 metros más o menos, y nos dejaba en un collado que estaba a unos 50 metros por debajo de la cima. Las vistas al llegar a dicho collado

Y un poco más a la izquierda aparece...

Si!!! Es el Aneto!!!
Como se suele decir "no
CIMA CIMA CIMAAAAAA!!!! salto1 salto1 :bash: -))) -))) -))) -))) salto1

Alguien nos comentó que si habíamos abierto la botella de champán en nuestra primera cima de un 3000, que era la tradición. (ese alguien también nos dijo que a él se lo dijeron a posteriori)
Como en Sierra Nevada no lo sabíamos, lo desconocíamos, lo hicimos en ésta, nuestro primer 3000 pirenaico.
Tras la subida, tocaba reponer fuerzas con nuestra barrita energética.

Y tras la comida, unas fotos alrededor.
Primero, al valle Mulleres, por donde hemos subido. ¿veis allá abajo, 1405 metros más abajo el

Al otro lado, Raquel con su cámara, y el Aneto a su espalda.

Una panorámica al sur:

Y otra al este-norte-oeste:

Tras alucinar un rato, decidimos bajar, pues el camino hasta el
Una vista atrás después de pasar el nevero, por donde bajaba un nutrido grupo. fila

Una

En esta

A la subida, no hice

Y llegamos abajo. Foto finish, con mis dos Mulleres y yo en la

Y esto fué todo.
Una subida de 1405 metros, con su bajada de 1405 metros.
Unas doce horas de ruta con paradas.
Un día inolvidable, para recordar.




