Buenas a tod@s,
Lo prometido es deuda, y paso a relataros los días que pasamos a finales de septiembre en Ordesa.
Ante todo :sorry: por que es un poco largo, pero quería contarlo con todo el detalle posible.
Como dije, hace mucho que no salíamos a la montaña, y la preparación y experiencia, estaban adormiladas... :blink1:
Salimos el Domingo por la tarde después de comer, con intención de dormir en el parking como había hecho en otras ocasiones (Hace bastante tiempo, lo reconozco, y ahora ya se que no se puede dormir en el aparcamiento... :lethercap: ), pero como me recomendaron, que llevásemos piolet y crampones para los dos, y no pude conseguirlos, tuvimos que hacer una parada "técnica" para comprar algo de material en Zaragoza la mañana del Lunes.
1 día
Por este motivo, llegamos al parking a mediodía, y en ese momento emprendimos la primera ruta. Tenía planeado hacer la senda de los cazadores, y subir hasta góriz, pero la verdad nos pasamos con la mochila, llevábamos comida de mas, la tienda (que no volveré a llevar tan lejos....) y bueno, cosas que se aprenden, para la próxima seguro que llevaremos menos.

subimos por la senda de los cazadores que se nos hizo algo pesada, por las circunstancias como digo, para muestra un botón.
Hubo un instante, en el que estuve a punto de volverme, ya que veía que Esther (mi mujer) no podía con tanto peso, y con la subida, que parecía no acabar nunca. Le quité todo el peso que pude de su mochila, y me decidí a realizar una ruta mas pequeña, sin las pretensiones de subir al perdido que llevaba en un principio (ya sería otra vez), para que Esther disfrutara de la experiencia, y no fuese un mal trago, que sorpresa me iba a llevar....
Una vez coronada la ascensión llegamos al mirador y el refugio de calcilarruego, y aprovechamos un poco para tomar aire, y un poquito de avituallamiento, además de hacernos unas fotos. Por cierto este refugio, está bastante bien, lo han "asfaltado" vamos que le han puesto un poco de cemento.
Seguimos por la faja de Pelay, con unas vistas espectaculares, disfrutando del buen día que nos hacía, y agradeciendo, el dejar de subir sudor
Sobre las 7 mas o menos habíamos llegado al segundo refugio de abé, y como había leído tanto de que si se hace de noche enseguida que cuidado..., pues decidimos no intentar subir a góriz y que ya lo haríamos al día siguiente, un poquito de sopita calentita, un vistazo al valle, hasta que se hizo de noche y al saco.
2º Día
Nos despertamos temprano, y disfrutamos del amanecer en el valle, nos pusimos en marcha, pero sin prisas, porque nuestro objetivo era el mismo que el día anterior, llegar a góriz, no quería forzar la maquina, porque la senda de los cazadores con el peso que llevábamos nos había hecho mella el primer día y como dije, había decidido "suavizar" la visita a Ordesa.

Vimos unos "sarrios" que no esperaban a nadie a esas horas por esa zona :wohow: y seguimos la faja, hasta la cascada de cola de caballo, con las fotos de rigor.
Subimos por las clavijas, y después tomamos el sendero que conduce a góriz, admirando nuevamente el paisaje.
Llegamos a góriz, y les estuvimos preguntando a los guardas sobre acampar en la zona (Sin problemas, pero al atardecer, nos comentaron), preguntamos por las taquillas, y por lo que nos costaban las taquillas, al final decidimos dormir en el refugio, ya que por poco mas, además de dormir, podíamos guardar todo el material extra que llevábamos en las taquillas.
3º Día Brecha de rolando
La idea era levantarse temprano y llegar hasta la brecha y vuelta. Dejamos todo lo que pudimos en las taquillas, y nos llevamos crampones y piolets por si acaso había nieve en la subida ya que un grupo que venía de aquella zona nos dijo que la había (cuidado con creerse todo lo que nos cuentan.... :wallb: ), y lo justo para comer ese día. El caso es que solo llevábamos una mochila y Esther, cogió fuerzas y empecé a verla mejor desenvuelta en el terreno, así que llegamos a la brecha antes de lo que yo había previsto. Por cierto me llamo la atención la indicación para subir a la punta tobacor :wohow: .
Desde la brecha pudimos ver el valle de gavarnie, en parte helado (he aquí la nieve que nos habían comentado), un poquito de fruta y de chocolate... y pensando en la vuelta, aunque era muy pronto. Esther me convenció de hacer algo mas, porque ella no estaba cansada como el primer día, y le estaba entrando el "mono montañero", así que decidimos hacer una ruta, de la que no había oído mucho hablar, y la que me pareció preciosa, que era ir desde la brecha hasta la cascada y clavijas de cotatuero. Las vistas con la brecha a nuestras espaldas era cada vez más bonita.
Llegamos al "parque acuático de cotatuero" y decidimos comer allí, ya que serían las 3 más o menos, mirando el mapa. para "no perder tiempo" decidimos ir por la faja petazals hasta el bosque de las hayas, en vez de bajar hasta el GR, ya que parecía como la faja de pelay, muy "nivelada". Decir que ésta faja es una ruta asequible y preciosa, pero que tiene muchos altibajos, que con unos kilómetros a cuestas y con la creencia de que era llana (esto influyo mas) se nos hizo bastante pesada.
Terminada la comida con la compañía de los "sarros", nos decidimos a bajar las clavijas, la verdad no recordaba muy bien como de fáciles o complicadas eran, y Esther otra vez sorprendiéndome, no dudó en pasarlas, eso si con arneses y una cuerda de sujeción al cable allí instalado para asegurarnos.
El caso es que se iba haciendo tarde, y yo temía no llegar a góriz a tiempo. El caso es que cuando conseguimos llegar al GR por el bosque de las hayas eran ya las 8 de la tarde, y la noche se nos echaba encima. Si éramos capaces de subir las clavijas antes de que se hiciera de noche, yo sabía que podríamos llegar, y tampoco teníamos muchas opciones, porque TODO lo teníamos en el refugio.
Subimos las clavijas en 10 minutos escasos (lo que hace tener prisa), pero asegurando cada paso para no tener ningún percance. Una vez arriba, el camino hacia el refugio que ya habíamos hecho el día anterior. Se hizo de noche, y saqué el frontal, menos mal que lo había llevado "por si acaso" y continuamos hasta el refugio. Donde se sorprendieron de que "dos locos" llegaran a esas horas, ya de noche.
Como veis nos dio bien de sí el día, vimos muchas cosas con encanto, y nos quedaban dos días aun.
4º día
Como se nos había dado tan bien el día anterior decidimos que podíamos intentar la subida del perdido, así que otra con una mochila para lo necesario comenzamos la subida, siguiendo los pasos de quienes nos precedían.
Primero hasta el lago helado, allí seguimos la estela de un grupo muy majete que subía por el lateral del lago, nos acercamos a la famosa escupidera, allí ya había bastante nieve, así que nos pusimos los crampones y despacito y con buena letra hasta conseguir coronar el perdido. :weight: allí nos hicimos las fotos de rigor(aunque tuve un ataque de pánico al creer perdida la cámara de fotos), y disfrutamos de las impactantes vistas.
Después de un rato, comenzamos el descenso, nuestros amigos, avanzaron mas rápido, y nosotros pensando que les veríamos no nos despedimos de ellos, pero al llegar al refugio ya no estaban, saludos si leéis este mensaje alguna vez, un placer subir con vosotros al perdido. :bash:
La bajada sin mayores incidentes, salvo que unas nubes que aparecieron de repente (Cosas de la montaña) amenazaban con descargar sobre nosotros. Por suerte no fue así, y llegamos al refugio sin problemas.
5º día
Ya no nos quedaba más tiempo, bastante había dado de sí, así que recogimos, pagamos las "deudas" en el refugio y partimos rumbo al parking. Para no repetir de nuevo las clavijas, decidimos hacer el "camino de las mulas" que no era capaz de encontrar a simple vista las veces que he subido, y la verdad es que es bastante sencillito, una buena opción, para los que tengan "respeto" por las clavijas. Bajamos por el GR, admirando el valle desde "abajo" todo lo que el primer día vimos desde la faja de pelay.
Llegamos al parking antes de comer, y por la noche ya estábamos en casita descansando.
En resumen, muy contento, El tiempo nos acompaño en todo momento, y el "fallo" del "sobre equipaje", quedó como una anécdota que contar, ya que nos dio tiempo a recorrer todo lo que yo quería que Esther pudiera ver.
Saludos