Desde hace ya 14 años, la cuadrilla que formamos desde la adolescencia, solíamos quedar un fin de semana al año para juntarnos y hacer algo de monte, recordando los viejos tiempos.
Comenzamos siguiendo la propuesta original y llegamos a subir montes "elegantes": Bisaurín, Pimené, Acherito, Moncayo, San Lorenzo, etc, pero los últimos años había decaído este espíritu inicial y simplemente nos juntábamos para comer y beber.
Este año decidimos retornar a los orígenes y elegimos como campamento base el pueblo de Broto, desde donde haríamos una pequeña travesía por el Parque, además de subir por la Ferrata de Sorrosal. Hay que tener en cuenta que el estado físico de alguno de mis colegas deja bastante que desear y tomamos la decisión, en previsión de riesgos sanitarios por carencias nutritivas e hídricas, no alejarnos más de tres horas del BAR más cercano.
La idea era haber subido hasta la Pradera en vehículos y tras dar una pequeña vuelta, bajar por el Sendero de Turieto de nuevo a Torla.
Unas horas antes de partir, el componente con peor forma física del grupo nos avisa informándonos de que no nos puede acompañar por motivos laborales (el viejo truco). Una pena, pero esto nos va a permitir prolongar un poco más el recorrido a realizar.
Por otra parte, la semana pasada contacté con el forero Eduardo Sánchez y le comenté nuestra intención. La verdad es que ni se lo pensó y me pidió el poder unirse a nosotros. Lo consúlté con el grupo y no pusieron ninguna pega -uno más para comer y beber-
Tal que asín, el viernes vamos llegando cada por nuestra lado al albergue de Borda Felices en Broto. Presentaciones, cena y a dormir... Este es un pequeño resumen de lo que hemos hecho:





Perdón, perdón, no se en qué estaba pensando.... ¡Que hemos hecho más cosas!....
El viernes, formales, nos metimos pronto a dormir y el sábado subimos a la Pradera, dejando un vehículo en el Parking de San Antón.
Recordando el fabuloso reportaje que colgó Eduardo sobre la FAJA DE CANARELLOS, habíamos decidido realizar este recorrido, aprovechando que contábamos con el mejor guía que se puede tener en el Parque.
Siguiendo los consejos de este, subiremos por la margen izquierda del río. Dentro de unas horas, andaremos por aquellas alturas...

Subiremos siguiendo el camino antiguo, parando en todos los miradores de las cascadas.

Atravesaremos el Bosque de las Hayas...

y tomaremos la Faja de las Ollas. Contemplando el paso malo de las Ollas:

Atravesaremos la Faja de los Canarellos...

y al llegar a la Faja Petrazals, teniendo a la vista el Circo de Cotatuero,

decidimos reponer fuerzas. ¡Menudo balcón!

Bajaremos después hasta el Puente de Cotatuero, donde daremos por finalizada la travesía por las fajas...

Ha sido un recorrido precioso. No se cuantas veces le agradecimos a Eduardo el habernos llevado por ese itinerario.
Mientras esperábamos en el puente, le convencí a mi cuñado para subir hasta las Clavijas de Cotatuero. Las teníamos a tiro de piedra, y teniendo en cuanto que yo nunca las había atravesado había que aprovechar...
Nos separamos del grupo y con la lengua fuera, llegamos a las primeras clavijas. No hemos traído material de autoaseguramiento, por lo que mi cuñado decide esperarme (el ya había bajado por ellas hace más de 20 años) y se limita a fotografiarme:

Subo rapidamente hasta la Meseta, en donde permanezco un rato al borde de la cascada, refrescándome con el agua nebulizada que trae el viento. Hubiese estado mucho más tiempo disfrutando del paraiso, pero había que bajar...
En algo menos de una hora llegamos de nuevo al puente y siguiendo las interminables lazadas que bajan por el barranco, llegaremos a la Pradera, en donde nos volveremos a juntar todos (en el bar, por supuesto...).
Creo que cayeron tres pintas, ¿no, Eduardo?
Nos volvemos a separar y mientras algunos bajarán a Torla en
En algo más de dos horas nos juntaremos todos en Torla, en donde iremos a visitar al "jefe". Desafortunadamente, no coincidimos con él, y tras tomar una última ronda, nos despedimos de Eduardo, que tenía compromisos familiares.
Ahora sí, sin testigos, la liamos parda: cena salvaje, gin-tonics a tutiplén, disco-móvil en el pueblo de Oto hasta las cuatro de la madrugada... pero para las nueve estábamos de nuevo en pie, unos camino a la Cola de Caballo y otros en la Ferrata de Sorrosal:


Una fabulosa comida en el restaurante Casa Frauca de Sarvisé y para casa:



Nos costará olvidar esta KDD.
Eduardo, gracias por habernos acompañado y mostrado esos lugares "secretos" del Parque, y recuerda que, tal y como te recordaba constantemente alguno de la cuadrilla, eres su heroe...
Un saludo






