
A la mañana siguiente, después de mal dormir en una vieja tienda que no mejoraba mucho el dormir al raso, fuimos a por el primer objetivo, el monte Ori (u Orhi, que también lo he visto así escrito), que es el de más a la izquierda de la


El Ori es el primer 2.000 pirenaico desde el Cantábrico. En un día claro, las vistas son magníficas. Bajo él se extiende la selva de Irati y queríamos verla desde las alturas antes de darnos una vuelta por ella:

La ascensión la hicimos desde el túnel del puerto de Larrau; son unos 470 m. por una pendiente suave, por la que nos acompañaron los omnipresentes buitres leonados:

La segunda mitad de camino, el sendero es casi llano y rodea al monte hasta alcanzar el collado que da a la última y más empinada rampa

Ya arriba, hay dos cimas casi idénticas, una con un vértice geodésico y la otra con un buzón muy "brujeril". La altitud es 2.021 m.

Una vez arriba, la consabida sesión fotográfica, unas risas, un poco de agua y bajamos con tranquilidad, observando la diversidad de curiosas setas que encontrábamos a nuestro paso. Volvemos a Ochagavía y nos dirigimos hacia Casas de Irati para la segunda etapa del recorrido, la Selva de Irati