Cascada Del Aljibe (22 Junio 2008)
Publicado: 14.07.2008 - 08:12
Ruta desde El Espinar hasta la Cascada del Aljibe (Guadalajara) – 22 Junio 2008
El domingo 22 de junio nos acercamos con la idea de hacer una pequeña circular por la zona de Ayllón, no teníamos mucho tiempo porque habíamos quedado para comer, por lo que la ruta no podía alargarse en el tiempo ni en el espacio, pero tampoco podíamos hacer una ruta que implicara mucho peso porque mi espalda sigue quejándose.
Tenía desde hacía tiempo ganas de ver con mis propios ojos la cascada del Aljibe, y después de estar estudiando el mapa, decidimos acercarnos a El Espinar, una pequeña aldea dentro de la Arquitectura negra de Guadalajara. La idea era llegar a la cascada, y la vuelta hacerla acercándonos hasta el pueblo “abandonado” de Matallana, y digo “abandonado” porque no lo está realmente, hay personas “ocupas” viviendo allí. Y una vez en Matallana, subir hacia Roblelacasa, que es otro de los pueblos de por allí y ya volver a Espinar. Al final, por varios motivos, los planes acabaron bastante truncados, pero pudimos llegar a la cascada.
He ido bastantes veces por la carretera que sube hacia Majaelrayo, que es la que te lleva al punto de partida de la ruta, pero iba hablando, no salí por el desvío y acabamos en el embalse de El Vado, que también tenía ganas de conocer, pero que no era el día para ello… Os dejo una
que saqué allí

Tengo ganas de acercarme un día tranquilamente por allí para ver lo que queda del antiguo pueblo de El Vado, anegado con la obra de instalación del embalse, pero queda, según he leído, la iglesia o parte de ella. Pero como esto no era la intención del día, y además no nos sobraba el tiempo, dimos la vuelta sobre nuestros pasos y por fin llegamos a El Espinar.
Una vez calzadas las botas comenzamos a andar, ya bastante tarde. La senda que tenemos que seguir es amplia y no tiene pérdida. Tan solo hay que saber que una vez que se bifurca a la altura de unos robles, se coge el sendero de la derecha, y al poco de esa bifurcación, surge un sendero más estrecho a la derecha, por donde tienes que tirar. Este último sendero tiene una marca para distinguirlo, hay una piedra (un “mojón”) con restos de pintura amarilla, casi no se aprecia, pero no hay problema para encontrar el desvío.
La zona esta llena de jaras, que por ser la época del año en la que nos encontramos y con las temperaturas que han estado haciendo últimamente, estaban todas en flor y era precioso verlas. También había rosales en flor, os dejo una de sus flores

Al comienzo de la ruta, en cuanto dejas unos apartamentos rurales, te encuentras una puerta metálica que debes dejar cerrada para que el ganado que hay por la zona no pueda salir. He de decir que a mí me encanta ver vacas, y en esta época que están con sus terneritos aún más, pero por algún extraño motivo, cuando vimos la cantidad de vacas que había justo por donde teníamos que pasar, me entró una sensación muy rara por el cuerpo, no era miedo como tal, pero decidimos dar un pequeño rodeo y continuar por un sendero que había a la izquierda para después recuperar el original. El problema era que hay demasiadas jaras (de los 2 tipos, pringosa y no pringosa) y no había forma de atravesarlas, jeje.
Al final, vimos que no debíamos haber sido los únicos que nos metimos por el sendero de la izquierda porque se veía una pequeña senda que llegaba a la buena.
Al llegar a la senda que debíamos seguir hice esta

Y desde ese momento me quedé prendada de la cima que se ve a la derecha del roble, se ve desde muchos puntos de la ruta, después he sabido que es La Tornera, voy a mirar el mapa para subirla, porque me está llamando
.
Al poco de coger el desvío de la piedra con restos de pintura, casi todo el terreno llano hasta ahora (ligera subida), nos encontramos de “sopetón” con que debíamos bajar un desnivel importante en casi nada de espacio para bajar hasta el río. Ya íbamos avisados, pero al verlo nos quedamos con los ojos abiertos. Pensamos, bueno, menos mal que es bajada, que no tenemos que subirlo porque la vuelta es por el otro lado del río… que ilusos.
Como siempre sucede, las fotos no reflejan realmente el desnivel existente, pero os dejo un par de ellas para que os hagáis una idea, la primera bajando y la segunda casi en el río mirando hacia arriba. Este barranco mojado es peligroso.


Y una vez abajo, el río

A partir de aquí hay 2 opciones, si quieres ver la cascada de frente, con todo su esplendor, debes seguir el curso del río escasos 100 metros hacia abajo, y te encontrarás con el ruido de la caída del agua y al instante con 2 pozas increíbles para darse un buen chapuzón:
La más alta:

La más baja:

Es un espectáculo indescriptible, después de tener muchas ganas de estar allí, por fin estaba, la veía con mis propios ojos, además, a no ser que lo sepas, no parece que la zona tenga una sorpresa tan agradable, la zona de Ayllón esconde muchos “rincones con encanto” (como las casas rurales, jeje). Os dejo unas fotos para que comprendáis lo que os estoy diciendo:



Una maravilla para la vista, sino fuera por… una pareja de nudistas que estaban disfrutando de un buen día de verano y una soledad casi impoluta… no les molestó que nosotros llegáramos, pero a mi me chafaron la ampliación que quería hacer para mi salón, en fin, tengo todavía más excusa para volver, además que es un buen rincón para pasar un día caloroso en plan tranquilo.
Como no teníamos tiempo, nos tuvimos que ir, yo no quería, quería quedarme allí todo el día, disfrutar del agua, de la belleza del paisaje, de la calma que inunda tu corazón cuando te encuentras en un lugar así… pero la realidad es que llegábamos tarde a la cita para comer. Volvimos sobre nuestros pasos y por un tronco caído cruzamos el río

Y subimos la cuesta que hay, pero no tan grande como la que habíamos bajado hacia un ratito. Seguimos la senda que nos lleva hacia el puente que nos acercaría a Matallana

Y cuando llegamos al puente que debemos cruzar:


Alex dice que no, no, que por ahí no pasa ni borracho (creo que borracho la pasaría menos), que tiene vértigo y que se va a poner nervioso y que puede caerse al río, que esta algo más abajo. Yo lo cruzo para que vea que no hay problema de que se caiga, nos cruzamos con 2 personas que vienen de Matallana y lo cruzan sin problema, pero el miedo es el miedo, y tal vez algo que harías sin problema en otras circunstancias, te impide hacerlo en ésta.
Hago una
del río desde el otro lado del puente

Según mi mapa hay un sendero que lleva por este lado del río a Roblelacasa, pero no nos arriesgamos, ya llegamos tarde a la comida y preferimos volver por el camino ya conocido, aunque eso suponga subir el barranco que antes habíamos bajado y en el cual nos habíamos reído al pensar que no teníamos que subirlo…
Cruzamos el río de nuevo por el tronco

Y vuelta hacia el
. A la vuelta nos volvemos a encontrar con mis amigas las vacas, que también nos miran, pero esta vez llevamos prisa y no podemos dar rodeos, así que con cuidado de no cruzarnos entre alguna madre e hijos para que no pierdan el contacto visual o piensen que les vas a hacer algo y se acerquen demasiado a ti, nos fuimos en busca del pueblo. Fue un rato un poco malo, pero no pasó nada, quitando que un par de ellas se pusieron en mitad del camino y se quedaron quietas mirándonos, las opciones eran pasar al lado de sus cuernos y sus grandes cuerpos… noooo… o ir por mitad del prado donde había muchas, pero con aspecto mas amigable… siiii…
Aquí una pequeñaja posando para la
(esa no era de las que daban yuyu)

Y una vez pasada la puerta metálica, 2 fotos al pueblo y corriendo a comer


La ruta es sencilla, corta, pero agradecida (aunque mucho mejor si se hace la circular pasando por Matallana y Roblelacasa) y buena para los que, como yo, no podemos coger peso o andamos un poco convalecientes.
El domingo 22 de junio nos acercamos con la idea de hacer una pequeña circular por la zona de Ayllón, no teníamos mucho tiempo porque habíamos quedado para comer, por lo que la ruta no podía alargarse en el tiempo ni en el espacio, pero tampoco podíamos hacer una ruta que implicara mucho peso porque mi espalda sigue quejándose.
Tenía desde hacía tiempo ganas de ver con mis propios ojos la cascada del Aljibe, y después de estar estudiando el mapa, decidimos acercarnos a El Espinar, una pequeña aldea dentro de la Arquitectura negra de Guadalajara. La idea era llegar a la cascada, y la vuelta hacerla acercándonos hasta el pueblo “abandonado” de Matallana, y digo “abandonado” porque no lo está realmente, hay personas “ocupas” viviendo allí. Y una vez en Matallana, subir hacia Roblelacasa, que es otro de los pueblos de por allí y ya volver a Espinar. Al final, por varios motivos, los planes acabaron bastante truncados, pero pudimos llegar a la cascada.
He ido bastantes veces por la carretera que sube hacia Majaelrayo, que es la que te lleva al punto de partida de la ruta, pero iba hablando, no salí por el desvío y acabamos en el embalse de El Vado, que también tenía ganas de conocer, pero que no era el día para ello… Os dejo una


Tengo ganas de acercarme un día tranquilamente por allí para ver lo que queda del antiguo pueblo de El Vado, anegado con la obra de instalación del embalse, pero queda, según he leído, la iglesia o parte de ella. Pero como esto no era la intención del día, y además no nos sobraba el tiempo, dimos la vuelta sobre nuestros pasos y por fin llegamos a El Espinar.
Una vez calzadas las botas comenzamos a andar, ya bastante tarde. La senda que tenemos que seguir es amplia y no tiene pérdida. Tan solo hay que saber que una vez que se bifurca a la altura de unos robles, se coge el sendero de la derecha, y al poco de esa bifurcación, surge un sendero más estrecho a la derecha, por donde tienes que tirar. Este último sendero tiene una marca para distinguirlo, hay una piedra (un “mojón”) con restos de pintura amarilla, casi no se aprecia, pero no hay problema para encontrar el desvío.
La zona esta llena de jaras, que por ser la época del año en la que nos encontramos y con las temperaturas que han estado haciendo últimamente, estaban todas en flor y era precioso verlas. También había rosales en flor, os dejo una de sus flores

Al comienzo de la ruta, en cuanto dejas unos apartamentos rurales, te encuentras una puerta metálica que debes dejar cerrada para que el ganado que hay por la zona no pueda salir. He de decir que a mí me encanta ver vacas, y en esta época que están con sus terneritos aún más, pero por algún extraño motivo, cuando vimos la cantidad de vacas que había justo por donde teníamos que pasar, me entró una sensación muy rara por el cuerpo, no era miedo como tal, pero decidimos dar un pequeño rodeo y continuar por un sendero que había a la izquierda para después recuperar el original. El problema era que hay demasiadas jaras (de los 2 tipos, pringosa y no pringosa) y no había forma de atravesarlas, jeje.
Al final, vimos que no debíamos haber sido los únicos que nos metimos por el sendero de la izquierda porque se veía una pequeña senda que llegaba a la buena.
Al llegar a la senda que debíamos seguir hice esta


Y desde ese momento me quedé prendada de la cima que se ve a la derecha del roble, se ve desde muchos puntos de la ruta, después he sabido que es La Tornera, voy a mirar el mapa para subirla, porque me está llamando

Al poco de coger el desvío de la piedra con restos de pintura, casi todo el terreno llano hasta ahora (ligera subida), nos encontramos de “sopetón” con que debíamos bajar un desnivel importante en casi nada de espacio para bajar hasta el río. Ya íbamos avisados, pero al verlo nos quedamos con los ojos abiertos. Pensamos, bueno, menos mal que es bajada, que no tenemos que subirlo porque la vuelta es por el otro lado del río… que ilusos.
Como siempre sucede, las fotos no reflejan realmente el desnivel existente, pero os dejo un par de ellas para que os hagáis una idea, la primera bajando y la segunda casi en el río mirando hacia arriba. Este barranco mojado es peligroso.


Y una vez abajo, el río

A partir de aquí hay 2 opciones, si quieres ver la cascada de frente, con todo su esplendor, debes seguir el curso del río escasos 100 metros hacia abajo, y te encontrarás con el ruido de la caída del agua y al instante con 2 pozas increíbles para darse un buen chapuzón:
La más alta:

La más baja:

Es un espectáculo indescriptible, después de tener muchas ganas de estar allí, por fin estaba, la veía con mis propios ojos, además, a no ser que lo sepas, no parece que la zona tenga una sorpresa tan agradable, la zona de Ayllón esconde muchos “rincones con encanto” (como las casas rurales, jeje). Os dejo unas fotos para que comprendáis lo que os estoy diciendo:



Una maravilla para la vista, sino fuera por… una pareja de nudistas que estaban disfrutando de un buen día de verano y una soledad casi impoluta… no les molestó que nosotros llegáramos, pero a mi me chafaron la ampliación que quería hacer para mi salón, en fin, tengo todavía más excusa para volver, además que es un buen rincón para pasar un día caloroso en plan tranquilo.
Como no teníamos tiempo, nos tuvimos que ir, yo no quería, quería quedarme allí todo el día, disfrutar del agua, de la belleza del paisaje, de la calma que inunda tu corazón cuando te encuentras en un lugar así… pero la realidad es que llegábamos tarde a la cita para comer. Volvimos sobre nuestros pasos y por un tronco caído cruzamos el río

Y subimos la cuesta que hay, pero no tan grande como la que habíamos bajado hacia un ratito. Seguimos la senda que nos lleva hacia el puente que nos acercaría a Matallana

Y cuando llegamos al puente que debemos cruzar:


Alex dice que no, no, que por ahí no pasa ni borracho (creo que borracho la pasaría menos), que tiene vértigo y que se va a poner nervioso y que puede caerse al río, que esta algo más abajo. Yo lo cruzo para que vea que no hay problema de que se caiga, nos cruzamos con 2 personas que vienen de Matallana y lo cruzan sin problema, pero el miedo es el miedo, y tal vez algo que harías sin problema en otras circunstancias, te impide hacerlo en ésta.
Hago una


Según mi mapa hay un sendero que lleva por este lado del río a Roblelacasa, pero no nos arriesgamos, ya llegamos tarde a la comida y preferimos volver por el camino ya conocido, aunque eso suponga subir el barranco que antes habíamos bajado y en el cual nos habíamos reído al pensar que no teníamos que subirlo…
Cruzamos el río de nuevo por el tronco

Y vuelta hacia el

Aquí una pequeñaja posando para la


Y una vez pasada la puerta metálica, 2 fotos al pueblo y corriendo a comer


La ruta es sencilla, corta, pero agradecida (aunque mucho mejor si se hace la circular pasando por Matallana y Roblelacasa) y buena para los que, como yo, no podemos coger peso o andamos un poco convalecientes.