
Me dirigí hacia Escuaín para poder fotografiar los árboles con su traje otoñal.

Una vez en el pueblo de Escuaín, un paseo hasta los miradores de las gargantas.

De repente, me pasó un marcado (banda alar y arnés) a unos 15 metros por delante.

Puesto que las nubes hacían pensar que no iba a poder llevar a cabo mi plan inicial de atacar la Punta de las Olas, me dediqué a pasear tranquilamente por la pista que une Escuaín hacia Cuello Viceto. Ancha y sin apenas desnivel.

Las nubes tapan las alturas, pero el valle bien merece perderse una mañana.

Aunque a más de uno se lo hayan merendado los buitres.

Los quebrantahuesos merodean por la zona. En la imagen se cuentan 8 ejemplares (pero llegué a contar unos 30). para distinguirlos nada mejor que fijarse en la forma romboidal de la cola, además de la elegancia en el vuelo; nada que ver con el buitre (mucho más desgarbado).


Encontré una zona llena de buitres posados. Supongo que acababan de jamar, porque allí no vi nada de comida.

De repente marcharon todos volando y en un par de minutos bajó un ejemplar adulto de quebrantahuesos.

Seleccionó comida.

Y se la llevó.

En el cielo, se amotxaban unos a otros hasta el punto de hacer que soltasen los huesos.


En cuanto hube sacado buenas imágenes decidí regresar. mal día meteorológicamente hablando, pero tremendo en el terreno fotográfico. Las fotos son de varios ejemplares, pero para darle un poco de dinamismo al relato las he montado (lo digo porque ya sé que el que se posa no es el mismo que el que sale volando con la pata de cordero en la boca).

El regreso fue un agradable paseo. El sol parecía querer aparecer cuanto más al sur mirabas.

La previ para el jueves era mejor que la del miércoles, pero al despertar tras pasar la noche en Ainsa, me encontré con una niebla que tapaba todo lo que estaba por encima de los 2000 metros.

Decidí acercarme al pueblo de Tella y ascender el Puntón de las Brujas (1402 m).

Una sencilla trepada te deja cerca a la cumbre, pero no está exenta de riesgo ni de zarzing...

Foto de cumbre.

Vistas hacia Escuaín. La niebla fue bajando hasta que empezó a llover a media mañana.

Un paseito y de nuevo en Tella.

Y antes de marchar una parada obligada en el dolmen.
