
El colorido otoñal ha desaparecido casi por completo, ya que las hayas han tirado la hoja al suelo, aunque es posible encontrar algún rincón fotografiable.

Una vez atravesado el bosque, vistas a la Custodia y al fondo Las Olas, el objetivo de la jornada.

Bonosol en Ordesa y montón de gente recorriendo el valle.

Teniendo en cuenta que iba muy cargado con comida, saco, funda de vivac, esterilla y trastos de fotografía además de piolet y crampones, decidí dejar las clavijas a un lado y subir por los mulos. Fue entonces cuando la fauna ordesiana me vino a recibir. Más allá de las clavijas no vi a nadie durante varias horas.


Siguiendo el GR11, encaminé mis pasos hacia el Collado Superior de Góriz.

Una vez allí, vistas hacia Cuello Viceto y Pinaré en el valle de Escuaín.

Encontré varios vivacs preparados más abajo del collado, pero vista la noche que se avecinaba, sin viento y estrellada a más no poder, decidí prepararme un vivac en el mismo collado (allí quedó montado para quien quiera).

Antes de las 18 h el sol desapareció y el frío ambiente ganó terreno hasta el punto de que tuve que dormir con el goretex puesto. Eso sí, nada de aire.

Gracias al track que llevaba en el GPS pude transitar un par de horas de noche, desde las 5:15 hasta las 7:30 aprox. Sobre esa hora, ya bajo los murallones de Las Olas, amaneció.

El paso clave para acceder a la cumbre de Las Olas está muy indicado con hitos.

El sol lucía mientras encaminaba mis pasos hacia la Punta de Las Olas, al fondo el Pico Añisclo (Soum de Ramond).

Cumbre de Las Olas.

Una vez allí dirigí mis pasos hacia el Añisclo. Sabía perfectamente que no debía coger la primera y evidente canal que sube a la cumbre. Aunque no lo hubiese sabido, había huella en la nieve. Aquí calcé crampones.


Antes de alcanzar la arista, un paso clave que estaba helado me obligó a emplearme a fondo para alcanzar la cumbre.

A las 10 de la mañana hoyé la cumbre del Añisclo.

Teniendo en cuenta q no iba demasiado sobrado de tiempo, ya que quería llegar a Barcelona antes de las 21 para recoger a Carmina en el trabajo, y que yendo solo es mejor no arriesgar nada; decidí no atacar los Baudrimones ni el Esparrets (hecho que me hubiese llevado bastante tiempo debido a lo abrupto del terreno; queda para otra ocasión, pero en verano y sin nieve). A las 11 estaba de nuevo en Las Olas, a las 12 desayuné tranquilamente con vistas al Collado de Añisclo bajo la canal de acceso que horas antes localicé para subir a Las Olas; a las 13 estaba recogiendo trastos en el vivac; a las 14:15 llegué a la parte baja del camino de los mulos y a las 16:10 a la pradera. Contento por el resultado y aliviado porque ya hemos terminado nuestras aventuras en las máximas cotas de Ordesa de cara al libro. Todavía nos faltan algunos detalles por pulir, pero ya no hay prisa excesiva ya que se pueden hacer haya o no haya nieve en altura.




