Centramos el punto en Murillo de Gállego.
Pueblo del que nos sorprendió la poca vida que tiene.
Por la cantidad de actividades deportivas que se desarrollan en la zona pensábamos que sería algo así comoTorla, Alquézar u otros pueblos que viven del turismo deportivo.
Pero aquí apenas hay comercio, bares o… así que conseguimos encontrar más tranquilidad de la esperada.
Por lo demás, la zona es absolutamente espectacular.
Ya que estábamos en el Reino de los Mallos… nos dedicamos a ellos plenamente.
RIGLOS
El sábado, el destino fue ‘el principal’. Riglos y la circular ésta:
http://senderos.hoyadehuesca.es/ficha.php?id_ruta=12
Y tras un serio debate sobre por qué lado empezar,… escogimos el indicado en esa web.
En unos cuantos sitios y varias personas nos habían aconsejado empezar en el sentido de las agujas del reloj y sólo una, echando una cerveza la noche anterior, insistía en seguir lo que dice la web.
Y creo que acertamos. La subida por la derecha, es bastante gradual y aunque continuada, no se hace pesada.
En cambio, por el otro lado la pendiente es bastante más pronunciada y alguna zona con bastante piedra suelta. Para quien tenga mal las rodillas, igual es mejor subir por ese lado que bajarlo, pero, como a mí, lo que me cuesta son las cuestas… prefiero subir suave, y para bajar, ya utilizaré los bastones de apoyo y a silbar.
Para mí, la imagen más impresionante es casi abajo, cuando a pie de uno de los mallos, parece que se te viene encima. Es imposible que una fotografía exprese semejante sensación.
Ahí van algunas fotos.




En esta vemos ‘de cerca’ a los escaladores que veremos en la siguiente ‘de lejos’ en el lateral izquierdo del mallo.




La parte anecdótica de la jornada llegó en el bar. ¡¡qué raro!!
Estábamos tranquilamente en la terraza con nuestras cañas, cuando nos ven desde dentro del bar unos amigos que se habían acercado a llevar unas fotos de cuando ‘’’el abuelo’’’ de la familia, allá por los años 40 tuvo la osadía de escalar allí con una cordada catalana.
Fotos espectaculares.
Llegada a pueblo en burro. Noche colgados porque no les dio tiempo a completar el ascenso y fiesta de todo el pueblo al bajar porque vete tú a saber qué pensaron cuando el primer día no habían regresado.
AGUERO
El domingo nos acercamos a Agüero a hacer la circular ‘mini’ de sus mallos.
http://senderos.hoyadehuesca.es/ficha.php?id_ruta=11
Serán más pequeños que los de Riglos, pero no desmerecen en absoluto.
Mucha menos gente escalando por lo que la cantidad de aves por la zona es mucho mayor. O al menos eso nos pareció a nosotros




Los voladores en el aire, y en la de detalle veremos a uno de ellos ¿en casa?


Este día también tuvo su anécdota y es que según atravesábamos Agüero, a la búsqueda de la pertinente taberna, una encantadora mujer, nos pilló por banda y se propuso enseñarnos la antigua ferrería. Era la mujer del herrero y ahí estuvimos un rato departiendo y echando unas risas mientras nos contaba sus años mozos.

