

Empezamos a subir por el barranco de Caldarés (¿se llama así?) con calma, que somos personas de cierta edad


Un helicóptero va y viene constantemente con meterial desde el embalse. Entre eso y los ruidos de las obras del balneario (pero... ¿¡ qué están haciendo allí!

Ya arriba, con los embalses a la vista, los ojos se van a esta construcción, que no sé qué será, motivo de las idas y venidas del helicóptero:

Y... ¡ay, que me pongo nervosio! Pero, ¿esto qué eeeeeees?

Por fin, los pantanos, con un nivel bastante bajo:

¡Coñe, si hay nieve aquí arriba!

Nos hubiera gustado continuar hasta los ibones azules pero, entre pitos y flautas, no teníamos mucho tiempo. Descansamos un rato admirando las vistas:

Y para abajo, que nos quedaba un largo viaje.

¿Un bañito?

Bueno, pues ya he dado la vara bastante por hoy. Espero que os haya gustado.
PD. De camino a Logroño tuvimos un precioso atardecer, como epílogo de estos intensos "dos días y medio". Aún hubo tiempo para una etapa extra, en la calle del Laurel ss . Y es que nos habíamos ganado unos vinitos, ¿o no? Y, por supuesto, ya sabéis que estáis todos invitados a esta etapa...

