Bueno, pues improvisamos el plan D, ¡será por planes!
Bueno, pues tiramos para arriba por el barranco de Culivillas, con intención de llegar hasta los ibones y "lo que surja". El arroyo baja precioso, formando deliciosas cascaditas y pequeñas pozas...

Me fascina este pequeño valle; el color de la piedra combinado con los tonos otoñales lo hace aún más bonito. Por supuesto, la

Ya en el llano de los ibones, el Midi está tímido... no se dejará ver.

El Pico Anayet sí se ve... pero poco rato. Hacemos una paradita para un bocata de mejillones (no hay

Después de la comida nos animamos a subir al Vértice, pero la cosa se va poniendo fea...

Huy, lo que viene por ahí...

Nos empezamos a mojar y la cara de mi amigo lo dice todo.

Aún así, seguimos ascendiendo, pero la visibilidad es casi nula y nos estamos mojando.

Estamos en la arista, pero... ¿dónde está el Vértice?

Quizás nos precipitamos un poco al tomar la decisión, pero nos dimos la vuelta. Lo cierto es que no se veía nada... En media hora se había despejado bastante, pero tampoco era cuestión de que nadie pasase un mal rato. Nada, el año que viene volvemos.
Contrastes de luz en la bajada.

Y más colores...

Pues hasta aquí la escapada otoñal (Sobrios on Tour 2008). A pesar de que los planes se fueron cayendo uno detrás de otro, no nos podemos quejar. Hemos disfrutado un montón y ya estamos preparando los planes E, F, G y H para el año que viene partirse Aparte del día de Ordesa no nos hemos cruzado con una sola persona en las dos rutas que hemos podido hacer. Hemos disfrutado de tanta paz y tranquilidad que, a la vuelta, tomando un café en un bar, me aturdía oir dos conversaciones a la vez. oo
Pues eso, el año que viene, más otoño.





