Aquí estoy otra vez para mostraros unas fotillas de una escapada que hice el 12 de Noviembre al Garmo Negro.
La subida la hice por la vía clásica desde el refugio “Casa de Piedra” en Panticosa. He de decir que la estancia en este refugio ha sido muy buena (y lo que resulta más terrorífico: ¡COMPLETAMENTE SOLO!)
Antes de ir al sobre, una buena cena. . . . en el refugio sólo hay un par de operarios del hotel que hay en las cercanías, cenando.
Y después de la cena, rápido a dormir, que al día siguiente toca sufrir un poquito
Me levanto temprano, a las 06:00, y después de un desayuno ligero, preparo las cosas e inicio la marcha. Apenas está empezando a amanecer y el Garmo, junto al Argualas se alza imponente sobre el refugio
07:30h. Empiezo la senda, al fondo del lago, en dirección al barranco de Arnales ( en esta parte de la ruta, me salen las fotos borrosas, no sé bien por qué. . . )
El sendero es claro, bien señalizado, y con cierta pendiente desde el principio. . .
Poco a poco, y zigzagueando, en poquito mas de una hora llegamos a la mallata baja. Parada para sacar unas fotillas. . . con el garmo amaneciendo a mi espalda.
Panorámica desde la mallata baja. . . (Argualas, Garmo y Pondiellos)
Desde allí, el camino gira a la derecha, siguiendo unas indicaciones pintadas en unas piedras, las cuales muestras distintas rutas a seguir. Cojo la del Garmo, comprobándola con el GPS y giramos a la derecha, por un sendero claro y bien señalizado. . .
Foto de Familia:
Y otras panorámicas preciosas de camino a la mallata alta:
Seguimos subiendo, y me alcanza una pareja que lleva el mismo camino que yo. Charlamos un rato, y nos ponemos a caminar. “sólo” nos quedan 1.048 mts de desnivel por delante. . .
Atento, nos vigila un sarrio desde lo alto de un peñasco. . .
Según vamos subiendo, las vistas mejoran, eso si, nunca paras de subir. No hay zona llana en ningún momento. Sólo pendiente, pendiente y pendiente. . .
Más gente aparece, y se une a la marcha. Hace calor, y empieza a sobrar ropa. Nos ponemos una capita de protección solar, y seguimos subiendo. . .
Pronto avistamos al “falso collado”, pero la pedrera que se ve por delante no tiene pinta de ser fácil. . .
Poco a poco, empieza la pedrera, y el camino se hace más tedioso. Montones y montones de piedras que ralentizan la marcha.
Piedras, piedras y más piedras. ¡Qué coñazo! (perdón)
Poco a poco nos acercamos al falso collado.
En este tramo se pierde un montón de tiempo en esta pedrera, y los hitos del camino se hacen difíciles de ver. Muchos de ellos están medio desechos. . .
Una miradita atrás, y las vistas de los picos de Ordesa al fondo calman mi mala leche. . .
Bien, ya llegamos al puñ****o collado, y queda e esfuerzo final . . .
Una paradita para reponer fuerzas, beber un poquito de agua, y comer algún dulce y alguna barrita antes del asalto final a la cima, jejeje!!
Y por fin,a eso de las 12:00, después de dejar un riñón y pico en la subida final: Cumbre!!!
Los Infiernos por detrás (qué ganas les tengo!!!)
Fotos de desde la cima, con los infiernos, los ibones de Pondiellos, el Midi D’ossau, y toda la panoplia de picos que hacen que la subida merezca la pena. . . .
Panorámicas desde la cima, las vistas son de libro. . .
(de verdad, merece la pena hacer click y ampliarlas. . .)
La característica marmolera de los infiernos. . .
Y el siempre presente Midi D’Ossau
. . . con los “selfies” de rigor. . .
Y por la crestita de detrás, iniciamos el descenso. . .
Cuidadín! Cuidadín! La pendiente te obliga a que pongas los cinco sentidos en lo que haces, porque, un traspiés, y te bajas comiendo piedras un buen cacho. . .
La cara que da al norte, ya está bien poblada de nieve, y la pendiente es de categoría. . .
Finalmente, descendemos y a eso de las 14:40 estamos de regreso en el refugio.
Unas cañas para charlar y cambiar impresiones del día, y empezamos a recoger el material, pero antes de eso, el encargado del refugio se porta, y me ofrece una ducha antes de iniciar el regreso a Logroño, algo que agradezco de veras, porque la sudada que llevo encima es de categoría.
Bueno, espero que os gusten las fotillas. El día acompañaba (el veranillo de San Martin es un lujo a estas alturas del Otoño) y, para resumir, mi impresión de este pico es que, sin ser difícil, resulta bastante cansado, pues no paras de subir en todo el camino. En algunos puntos la pendiente se nota un montón.
No es como otras montañas, en las que tienes algún tramo menos pronunciado para relajar la marcha. Pero las vistas hacen que el esfuerzo merezca la pena.
Ya estoy pensando en volver por estos lares, pero para el finde del 21 y 22 la cota de nieve va a bajar bastante en esta zona, llegando a los 800 mts según la previsión, o sea que en un par de días, el paisaje se va a llenar de nieve y las vistas se volverán espectaculares.
Un saludo, y hasta la próxima!!
