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El plan era poco ambicioso: subir y bajar, sin más. Pero todo plan es susceptible de simplificarse, así que dejamos los mochilones en Góriz, cogimos lo imprescindible, y tiramos para arriba como a las 11 de la mañana.

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No tardamos en comprender que sacrificar una jornada un poco más ambiciosa no ha sido mala idea. El paisaje mejora paso a paso, y esta maravilla calcárea (que tan familiar nos resulta a los habituales de Cazorla – Castril) merece ser disfrutada.

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Otra ventaja es que para la mitad de nuestra subida ya está bajando casi todo el mundo. La última parte y la cima van a ser relativamente tranquilas en lo que a gentío se refiere.

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Aunque gente hay muchísima, y se ve casi de todo. Si os fijais en la parte de arriba del peñón… esa cabecilla que asoma estuvo a 10 centímetros de despeñar a su hijo… a voces conseguimos hacerle entender que por ahí no, pero el chaval, que venía detrás, nos puso el corazón en un puño, estuvo cerca cerca de hacerse mucho daño...

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Y aquí tuvimos un segundo susto… El Sr.(misié, para ser exactos) que bajaba por el otro lado decidió no esperar a que Laura saliera de la cadena, entró obligándola a soltarse con el consiguiente encabronamiento por nuestra parte. Afortunadamente el paso no era lo suficientemente estrecho como para que la situación fuera de peligro real

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Con que vamos a lo que interesa: mirad que bonico queda abajo el valle

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Y qué bonica y empiná queda la Escupidera!!

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Y el Lago Helado con su cilindro en lo alto


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Aquí unos que optaron por un plan algo más pollúo… :oh!::oh!:

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Tootal, que seguimos para arriba

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Aquí departiendo con unos vascos que nos dieron una ocasión cojonuda para respirar un poco

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Y, en fin, fotos que se comentan solas:love:

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El Vignemale


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Cima: el día estaba incredible, sin una nube, una visibilidad de kilómetros, buena temperatura y nada de viento. Total, que allí mismo sacamos las viandas y comimos antes de empezar a bajar.

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Esta es una de las imágenes – para mí – más espectaculares. Impresionante el Cañón del Añisclo



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Y para abajo

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Al atardecer teníamos otra vez montadas las tiendas, esta vez más cerca de Góriz y más lejos del agua… por lo que los almerienses del grupo improvisaron un grifo de emergencia, aunque el grifo que tuvo éxito fue el del tercer día jejee

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Aunque de grifos nunca vamos mal

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Y de momento esto es todo
