No soy montañero, más bien "dominguero". Mi afición es reciente; me la "pegó" mi mujer cuando nos conocimos hace unos 9 ó 10 años, pero no es hasta hace unos 2 años que hemos empezado a salir con cierta regularidad. Lo cierto es que cada vez estoy más enganchado. Me gusta salir al monte acompañado de Jaime, mi hijo mayor, que tiene ahora 6 años. Salir al monte con críos tiene sus ventajas e inconvenientes; si ellos disfrutan, no hay nada mejor en el mundo pero, si se cansan -más bien se aburren- o se ponen pesados es un infierno

Esta semana me dio una inmensa alegría, porque era la primera vez que pasaba. Una mañana, casi de madrugada, se me acercó sigilosamente a la cama y me dijo al oído: "Papá, ¿nos vamos a la montaña? Por desgracia, yo tenía que ir a currar, pero me hizo muy feliz que surgiera de él espontáneamante. Parece que también el crío se está enganchando. Ojalá le dure...
En fin, y perdón por el ladrillo, sólo quería compartir esta pequeña alegría con vosotros y, de paso, presentarme y saludaros, en especial a los que tenéis "niños montañeros"
