El lunes 24 aproveché para resucitar la
de montaña y fui a ver a mi buen amigo Antonio que vive en Bardenas y al que hacía tiempo que le debía una visita.La zona, como veréis, es espectacular. Las llamadas Bardenas reales son una extensa zona natural que comparten Navarra y Zaragoza (en las altas cinco villas) El terreno es árido aunque con unos contrastes paisajísticos de primer orden. Se dividen en Bardena blanca y negra y se puede acceder a ellas desde muchos puntos.
Nosotros comenzamos la ruta desde Pinsoro (a unos 20 km de Ejea de los Caballeros) cogiendo una ancha pista balizada con carteles que conducen al pequeño y poco conocido embalse de Malvecino.
Después de bordear casi la mitad y de sorprender a multitud de habitantes de sus orillas (garza real, garza blanca, gansos y hasta una pequeña familia de cormoranes) surge la pista que en progresivo aunque suave ascenso nos introduce en el corazón de la Bardena blanca.
El camino se estrecha enseguida y se interna en barrancos que forman un paisaje curioso y sorprendente, muy cercano al desierto.
Como no dispongo de mucho tiempo (24 de diciembre) abandonamos la zona de barrancos (espectacular para hacerlos con la bicicleta) y subimos al altiplano del Prallón desde donde las vistas son indescriptibles:
El Prallón se levanta más de 300 metros sobre una pared completamente vertical, con lo que la asomada resulta inolvidable y acongojante (vamos, que se te ponen los "congojos" de corbata)
Imposible no sentirse como un pájaro.
Sólo falta ver aperecer a John Wayne con la diligencia ¿o no?
Espero que os haya gustado y sorprendido tanto como a mí.
En cuanto pueda, me escapo a completar la etapa y os subo el reportaje.
Un saludo y Feliz 2008
debe dar la sensacion de estar en un decorado de una pelicula, cuando no se conocen esos lugares parece como si fueran de mentira!! muy bonitas la fotos y muy impresionada de las formaciones que se dan por alli. 
