Ascensión al Vignemale para novatillos. 1-8-2016

pirineo frances y andorra
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yoni5
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Ascensión al Vignemale para novatillos. 1-8-2016

Mensaje por yoni5 »

Hola a todos…Un año más por aquí esperando que mis experiencias sirvan de ayuda a todo aquel que esté pensando en subir a esta gran montaña.
El Vignemale…. Solo con decirlo en voz alta ya impresiona… 3.298 metros, el pico más alto del Pirineo francés, el segundo glaciar más grande del Pirineo …
El año pasado, se nos quedó muy mal sabor de boca al no haber podido ni siquiera intentar la cima. Así que, a petición de uno de los integrantes del equipo (no sabemos si víctima de la euforia que dan tres cervezas…), se decidió volver este año y lanzarnos a por ella.

Pero, en vez de hacer el mismo recorrido que el año anterior, entraríamos por Francia, concretamente por el valle de Ossoue. De este modo, ganaríamos dos días que dedicaríamos a intentar otro gran coloso, el Balaitus.
Buen plan, verdad…? Total, dos montañitas cualquiera…..
¿El equipo? El de siempre… mi hermano, mi primo, el Jose (no escarmienta este muchacho…) y la incorporación como quinto elemento de Fernando, un buen amigo de Madrid.
Las etapas las organizamos de la siguiente forma…:

Día 1. Desde casa a dormir en la presa de Ossoue.
Día 2. Desde la presa de Ossoue a Baysellance (eventual subida al Petit Vignemale)
Día 3. Ascensión al Pic Longe y vuelta a Baysellance.
Día 4. Descenso de Baysellance y a dormir en Escarrilla, ya en España.
Día 5. Subida a los Ibones de Arriel a dormir.
Día 6. Ascensión al Balaitus y vuelta a los Ibones.
Día 7. Descenso de los Ibones y chuletón como traca final en Escarrilla.
Día 8. Vuelta a casa.

Lo de siempre, las etapas pueden parecer cortas o muy cortas pero, dado nuestro estado físico y la pachorra con que nos tomamos las cosas, no se pueden plantear mucho más largas.
Las fotos son mías y de dos expedicionarios más, se ven claramente las que no son mias….

En fin, vamos al lío….

Día 1.- Día de coche interminable. Salí de mi casa a las 7 de la mañana y llegamos a la presa de Ossoue a las 7 de la tarde, recogiendo gente por el camino como si un autobús de la tercera edad se tratara…. Fernando nos esperaba en el km 103 de la A2 y a partir de ahí hicimos los dos coches el camino juntos.

Una vez pasado el túnel de Bielsa, recorrimos una de las etapas del Tour de Francia. Pasamos por el Col du Aspin y el Col du Tourmalet para llegar a Gavarnie y pillar la pista que sube a la presa de Ossoue. Esta pista está perfectamente asfaltada… menos los últimos cuatro kilómetros que se convierten en…..como decirlo…sí, en un infierno. Socavones enormes, piedras amenazantes, gravilla que hace patinar las ruedas unas veces sí y otras también….Si alguno quiere destrozar el coche no tiene más que hacer esos cuatro kilómetros.
Da igual lo que se lea por Internet, o llevas un 4x4 puro y duro o las pasas realmente putas. De haberlo sabido, nos hubiéramos quedado antes pero…una vez metidos en el fregao, tiramos hasta el final con los dedos cruzados y apretando el culo desesperadamente.
Al final, conseguimos llegar sin desarmar demasiado los coches.
Esa noche la pasamos realmente a gusto, en modo camping y disfrutando de un precioso cielo estrellado.

Dos fotitos de ese día…

En la presa de Ossoue. Arriba a la izquierda, muy lejos y muy alto, el objetivo…
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Campamento base.
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Día 2.- Nos levantamos sin prisa, recogimos el campamento y nos tiramos a por los 800 metros de desnivel que hay hasta Baysellance. El año pasado hicimos el mismo recorrido de bajada…, ahora lo haríamos de subida. Nada reseñable salvo lo de siempre, el Jose subiendo y bajando, ritmo paupérrimo, paradas técnicas cada poco y la mochila pesando cada vez más. Ah…!, y el neverito en proceso de fusión subyacente que hay que cruzar sí o sí y que nos dio el mismo mal rollo que el año pasado.

Nos ponemos en marcha.
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Ya queda menos…
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Cogiendo altura
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Se me ve contento…
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El último tramo, una vez a la vista el refugio, se hace realmente largo y duro, pero la seguridad de unas cervecitas a la llegada lo hace más llevadero.

Aparece Baysellance…
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Dicho y hecho…, llegamos, elegimos vivac, dejamos las mochilas y a por la hidratación aderezada con unas cuantas viandas.
Acto seguido, iniciamos la subida a la Hourquette de Ossoue con la intención, que no el convencimiento, de subir al Petit Vignemale… Efectivamente, una vez en el collado, y con la vuelta al refugio, la mayoría de nosotros se dio por satisfecho y no vio la necesidad de un esfuerzo suplementario teniendo en cuenta lo que nos esperaba al día siguiente. Así que todos dimos por terminada la jornada, bueno…todos menos uno…Sí…el Jose fue el único que decidió subir, así que en cuanto le soltamos las riendas se fue con nuestras bendiciones.

El equipo al completo
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Glaciar de Oulettes desde el collado
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Segundo campamento base.
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Cena en Baysellance, cubatitas sin hielo y palique a la luz de las estrellas. Nos fuimos a la piltra nerviosos y excitados por lo que nos esperaba al día siguiente.

Día 3.- Día grande. En contra de nuestros principios, madrugamos una barbaridad, y con las mochilas de ataque nos lanzamos al mismo…. Retrocedimos por el camino de subida hasta las cuevas del conde Russell desde donde sale la senda que va derecha al inicio del glaciar. Existe un camino antes por el que se pierde menos altura pero todas las referencias que yo tenía de él es que tiene cierta dificultad en forma de horroroso precipicio lateral… No era plan de empezar a apretar el culo tan temprano, tiempo de sobra tendríamos para eso, así que todos decidimos tomar el de más abajo. Bueno…ya sabéis…todos menos el de siempre….
Comenzamos la subida en silencio, cada uno concentrado en sí mismo y sus pensamientos. Demasiadas dudas, incógnitas e incertidumbres… El glaciar, sus grietas, la subida final, la bajada….

Subiendo hacia la entrada del glaciar
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Los planes iniciales estaban claros, subir por la zona de rocas hasta donde pudiéramos y entrar en el glaciar lo más tarde y arriba posible. La nieve empezaba desde muy abajo y no nos pareció demasiado difícil ni inclinado así que mandamos al carajo el plan inicial e iniciamos la subida desde allí.

Aquí empieza la nieve
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A modo de resumen, decir que la subida hasta el inicio del glaciar es cañerita, inclinada, con pedreras y sorteando los riachuelos que bajan del deshielo. A partir de ahí, el primer tramo de nieve, se sube con cierta facilidad. Le sigue un gran rellano que sirve de descansito y el escalón final antes de entrar en la zona alta del glaciar. Este tramo es el más inclinado y expuesto de la subida. Aunque se traza una diagonal, siempre tienes toda la caída a tu izquierda y acojona un poco bastante… Pero lo cierto es que los crampones hicieron bien su trabajo y subimos con una sensación de cierta seguridad.

Subiendo el tramo de nieve. Corto pero intenso.
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Llegando al rellano
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En la zona de máxima inclinación
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Me encanta esta foto
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Comentar que nos encontramos el glaciar totalmente cubierto de nieve por lo que las grietas, que las hay, estaban perfectamente cubiertas y tapadas. Eso da una falsa sensación de seguridad ya que no se sabe ni donde están ni si el puente de nieve que las cubre aguantará nuestro peso… El doctor House decía con razón “Bendita ignorancia”, ninguno de mis compis, salvo el de siempre al que no parecía importarle demasiado, sabía lo que tenían debajo de nuestros pies. Yo sí, así que una vez en la parte alta del glaciar cambié el piolet de modo autodetección a modo martillo para que, a la mínima que cediera el terreno, emular al Stallone en “Máximo Riesgo” e intentar quedarme colgado de la puntita y no caer al vacío… Sí…veo demasiadas películas…..

Un par de imágenes demostrativas…
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Ya hemos pasado lo peor, la pendiente pierde muchísima inclinación pero aún así pica siempre hacia arriba por lo que la llegada al pié del Pic Longe se hace un poco larga y cansina. Lo hace más llevadero mirar todo lo que te rodea y la sensación indescriptible de estar pisando uno de los últimos glaciares del Pirineo. Hay que estar allí para entenderlo.

Ya en la cubeta glaciar
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Nos costó bastante llegar desde donde acaba el glaciar al comienzo de la trepada, una mezcla de barro, nieve y hielo aderezado con una más que respetable inclinación nos obligó a un esfuerzo suplementario. Una vez por fin allí, crampones fuera, casco bien colocado, risas nerviosas, unas respiraciones y para arriba….
¿Cuantas veces habré leído acerca de la trepada final del Vignemale…? No sé, infinidad. Que si es fácil, que si tiene su aquello, que mejor no caerse, que si lo difícil es al principio, que mejor por la zona roja, que mejor directo a la cueva Paradise……..
Lo cierto es que TODOS tienen parte de razón. Para un montañero experimentado digo tajantemente que la subida no tiene ninguna dificultad, pero no es ese nuestro caso, bueno…salvo el de siempre…
Tiene tramos superfáciles, tramos relativamente sencillos y tramos… digamos “comprometidos” en los que los agarres tienden misteriosamente a desaparecer, a la vez que casualmente coincide con uno de esos sitios en los que está terminantemente prohibido caerse. Sobre todo a la bajada, eso le da un punto de emoción (por llamarlo de alguna forma) y te obliga a poner los cinco sentidos mientras intentas convencerte de que tú puedes con eso y con mucho más. También intentas olvidarte de donde estás subido y de la frase “quién me mandará a mí…” que te ronda continuamente por la cabeza.

Subir siempre es más fácil
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El Cerbillona al fondo nos contempla…
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A media altura
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Siguiendo al Jose, fuimos a parar a la cueva Paradise, un lugar idílico para pernoctar.

Impresionante construcción (me refiero a la cueva…)
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Efectivamente, la subida fue bastante vertical pero a cambio el terreno era más sólido y no faltaban los agarres. De ahí hasta arriba otra trepada relativamente fácil y….. CUMBRE.

Foto cima. El Jose estaba a sus cosas…
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Vistas espectaculares, sensación de triunfo colectivo y satisfacción personal. Abrazos y gritos de júbilo. Ha merecido la pena.
Estuvimos un rato intentando asimilar que estábamos de verdad allí arriba, que lo habíamos conseguido pero, desgraciadamente, aquello se llenó enseguida de gente. La cima no es demasiado grande y empezamos a agobiarnos. La caída hacia cualquiera de los lados era de órdago. Entre eso y que quedaba la bajada, después del cigarrito de rigor decidimos irnos de allí.

Abismos desde la cima
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Todos bajamos relativamente sin problemas, salvo en las zonas que he mencionado, en las que unos lo hicieron mejor y otros un poco peor. Pero al final, a base de concentración, de animarnos unos a otros y de, por qué no decirlo, echarle un par, nos vimos de repente abajo.

Bajando un tramo de los fáciles
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Este un poco más jodido…
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Por fin abajo
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Una vez al pié de la montaña, “solo” quedaba desandar lo andado. El segundo plan inicial era salirse en cuanto pudiéramos de la nieve y bajar por la zona de rocas. También se fue al carajo. Siguiendo la huella, no vimos claro por donde salir así que hicimos toda la bajada por la nieve. Ayudó que estaba transformada y no daba demasiado mal rollo. Unos mejor que otros, descendimos mitad andando mitad “esquiando” hasta salir por fin a tierra firme.

Bajando con precaución
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Bajada por el barranco hasta enlazar con la senda de subida, currarse el duro repecho a Baysellance y…ahora sí, lo tuvimos hecho. Las cervezas de esa tarde noche fueron realmente de celebración.


Día 4.- Después del éxito de la expedición del día anterior, el equipo estaba eufórico. Esta euforia disminuyo directamente proporcional al número de metros de desnivel de bajada que teníamos por delante… 800 metros hasta la presa de Ossoue y los 150 kilómetros hasta Escarrilla, ya en la madre patria. Aún así, bajamos bastante bien, con calma y disfrutando del paisaje.

Qué mirarán estos…
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Ah…, no me extraña..
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De bajada
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Más abajo
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A reseñar, el paso por el neverito de marras… Otra vez a apretar el culo y pidiendo mentalmente por favor que nos aguantara una última vez.

El neverito asesino…
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Ya abajo
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Llegada al coche, de nuevo el sufrimiento de los cuatro kilómetros de pista y carretera y manta, con una niebla del carajo, hasta el camping.
Duchita (aunque no nos hiciera falta), hidratación, cena en el camping y a comentar la jugada tranquilamente en espera de la jornada siguiente.

Tercer campamento base.
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De los siguientes días intentaré hacer un resumen. Subimos a los Ibones de Arriel con la intención de dormir allí y subir al Balaitus al día siguiente. Bien…, no sé si fue por el esfuerzo del Vignemale, haber dormido mal, falta de forma física o vaya usted a saber, pero la cuestión es que llegué a los ibones totalmente destrozado.
Me faltaba el aire, las piernas no respondían…La subida desde el desvío del GR11 se me hizo interminable.
Mi primo Luis me echó una mano…, se sentía exactamente igual que yo. Ninguno de los dos nos sentíamos preparados ni física ni mentalmente para subir al día siguiente a una montaña de la envergadura del Balaitus. Estoy seguro de que mi hermano estaba en perfectas condiciones para tirar para arriba... El mamón tiene una fortaleza física y mental envidiable, pero se solidarizó con nosotros y dijo que él tampoco subía.
Fernando y Jose sí que lo harían, dormirían de nuevo en los ibones y quedaríamos con ellos un día después en Escarrilla.

De camino a los Ibones.
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El barranco por delante
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Subiéndole.
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Pequeño ibón inferior. El Jose en el centro. Balaitus al fondo a la izquierda.
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Cuarto campamento base.
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Vistas desde el vivac
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Una más
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Dicho y hecho. Al día siguiente ellos tiraron para arriba y nosotros para abajo, esta vez pasando por la presa de Respomuso en vez de bajar por el barranco infernal que nos chupamos de subida. Espectaculares vistas del Circo de Piedrafita.

Recogiendo los trastos
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Ibón superior de Arriel
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Ibón inferior.
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Camino a Respomuso
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Los hermanos Pinzones…
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Una vez en Escarrilla, comprobamos que el camping estaba lleno, así que tiramos para Bujaruelo. No era nuestra intención terminar allí, pero al ser Sábado y estar TODOS los campings de la zona completos (los de Torla incluidos), no tuvimos más remedio. Victimas de un gran disgusto, decidimos consolarnos con un chuletón por barba para la cena, cortesía, un año más, de mi señor hermano…

Comentar que al día siguiente, repetimos el proceso esta vez con Fernando en Escarrilla. Se había traido el Balaitus en la mochila y había que celebrarlo aunque hubiera que sacrificarse… :mrgreen:

Resumiendo, contento y totalmente satisfecho por haber pasado una semana estupenda con gente estupenda y además haberme traído la cima del Vignemale para casa. En cuanto al Balaitus…, otro año más de vuelta con una espinita clavada. No importa, no creo que se le lleven de donde está. Además, nunca hemos subido un tresmil a la primera y este no iba a ser una excepción.

Gracias a los que os habéis leído todo el tocho y, como siempre, quedo a vuestra disposición para cualquier duda o pregunta.

Un saludo a todos.

Vignemale desde el Balaitus. Cortesía de Fernando.
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Nacho
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Re: Ascensión al Vignemale para novatillos. 1-8-2016

Mensaje por Nacho »

Maja vivencia y muy amenamente contada.

Enhorabuena por la cima

baba
yoni5
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Re: Ascensión al Vignemale para novatillos. 1-8-2016

Mensaje por yoni5 »

Gracias Nacho, me alegro que te haya gustado.

Un saludo.
TheCurry
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Re: Ascensión al Vignemale para novatillos. 1-8-2016

Mensaje por TheCurry »

Estupendo repor Yoni y genial tu sentido del humor.

Menuda experiencia. disimulo :lol:
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Nadie da gracias al cauce seco del rio por su pasado
yoni5
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Re: Ascensión al Vignemale para novatillos. 1-8-2016

Mensaje por yoni5 »

Pues sí..., lo mejor la semanita compartida con los compis. Y humor que no falte... :-P

Saludos
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