Desde San Nicolás de Bujaruelo (1138 m.) sigue pista de uso restringido para vehículos, que continúa valle arriba. Al otro lado del río se aprecia la desembocadura del barranco de Lapazosa. Puede merecer la pena ascender los últimos metros e ir a disfrutar las dos últimas pozas, con importantes resaltes y en el mejor ambiente.
El valle se abre y se llega al Puente de Oncins, con fuente próxima, que cruza el río Ara. Inmediato a la fuente, en dirección Sur, sale desvío de la pista que, en una serie de lazos y zig-zags, de piso regular, accede al umbral del valle de Otal. La pista se dirige y alcanza un pequeño refugio de pastores (1620 m.). El valle es una auténtica preciosidad. Típica artesa glaciar, apacible, casi bucólico. Abundantes marmotas. Desde el refugio hacia el SO., sale camino tradicional, que por el collado de Tendeñera (2450 m.) permite bien ascender el pico de Tendeñera, con insuperable perspectivas (2853 m.) o alcanzar el valle de la Ripareta, que conduce a Panticosa.

Del puente de Oncins hacia el NO., y tras un gran recodo, sigue la pista durante, aproximadamente tres kilómetros, entre la pendiente y el río, zona bien vestida con un bonito bosque y variadas sendas. A medio camino una pasarela, a la que conducen varios caminos, cruza al otro lado del río. Zona muy agradable. Antes de darnos cuenta, se llega al final de la pista, refugio y puente de Ordiso. A la derecha NE., sierra de Sandaruelo. A la izquierda. Oeste, el valle y barranco de Ordiso.
Horarios: Bujaruelo – refugio Otal: 1’15 h.; Bujaruelo – Ordiso: 1 h.