Pista que sigue el fondo del valle y las estrecheces de la garganta y comunica con el enclave de San Nicolás de Bujaruelo (1338 m.). Antiguo hospital de viajeros y peregrinos, fue construido por los monjes benedictinos y servido por los caballeros de San Juan de Jerusalén. Hoy pertenece a la Mancomunidad del Valle de Broto. Su función principal, según los Estatutos, sería recibir a los viajeros, sean habitantes del valle pastores o ganaderos que en verano vigilan sus rebaños, y servir de de refugio en invierno y primavera. Quedan el albergue y sus dependencias y las ruinas de una capilla románica. Punto estratégico en su comunicación con Francia y por el collado de Bujaruelo, a Panticosa por el valle de Otal y para el recorrido del alto valle y cara Norte del Viñamala. Forma parte de la zona Periférica del Parque Nacional. Lástima del tendido eléctrico, que lo atraviesa. Por méritos propios, debería formar parte de los terrenos del Parque.
Desde el puente de los Navarros, a mano izquierda, Oeste, justo a la entrada de los territorios del Parque Nacional, sale pista de tierra y cemento alternativo que nos conducirá en su primera parte a través de una garganta, donde la pista se retuerce y se adapta al terreno, incluso con algún paso artificial. Se cruza la desembocadura del barranco de Sopeliana, que baja de las alturas de Mondarruego. El río, ruido y espuma, baja rápido y con fuerza. Agua muy transparente y pozas muy verdes. Todo un espectáculo en primera fila. Con una cierta pendiente, en general suave, la pista le gana el terreno a la garganta. Cuando se comienza a abrir, con una vegetación exuberante y buenos ejemplares de abetos y hayas, aparece a mano izquierda, Sur, al otro lado del río, el Salto de Carpín, muy espectacular con agua, con sus 120 metros de altura. Un bonito rincón que nos lleva hasta el Puente de Santa Elena o Puente Nuevo. Antes, a la derecha, sigue el camino del Cobatar hasta Bujaruelo, muy interesante si se hace andando. Cruzado el puente, a la izquierda, sale hacia el SE. el camino de la Escala que lleva hacia Torla – Ordesa o comunica el Cebollar (itinerio nº 23).

Metros más adelante, a mano izquierda, un sendero en ascenso nos lleva a la ermita de Santa Elena, con romería el día de Pascua de Pentecostés. Interesante, en el cruce del Barranco del Bozo, observar la magnífica cascada, a mano izquierda, caudal y altura, por encima de la ermita. Un refugio de pescadores cerca del río y las edificaciones de un camping. La vegetación se hace notar y destacan unos bellos ejemplares de tejos, bosque relicto de mayor interés. Pasado el camping, en la zona denominada Fenés y por la orilla izquierda del barranco de su nombre, sube el camino del Turbón hacia las pendientes orientales del pico de Otal o Arañonera. Zona espeleológica de interés. Fuente acondicionada de la Galaparera. Un largo y amplio recodo nos abre las perspectivas sobre la cara occidental del Gabieto y las Peñas de Ciancias, desde donde varios barrancos rompen la monotonía de la pared y, cascada tras cascada, salvan un importante desnivel. Se llega a Bujaruelo, al puente románico que salva el río Ara y la cadena donde el paso a vehículos no autorizados, impide el paso.
La pista de unos siete kilómetros, el trayecto es agradable, pista apta con ciertas precauciones para turismos. El trayecto es bastante transitado y con un paisaje de primer orden. Andando, de 1’15 a 1’30 horas ida.