Macizo de Tendeñera, vertiente NE., del pico de Otal, zona denominada del Turbón, en la vertical del valle de Bujaruelo. Zona periférica de protección del Parque Nacional, por tanto. Numerosas simas cavan, drenan y perforan la montaña. El conjunto se une y forma el Sistema Arañonera, gigantesca red de galerías de más de 35 kms. de desarrollo, el tercero en extensión del país. Aquí se sitúa también la travesía subterránea en rápel más importante del mundo, con 1179 metros de desnivel, desde la boca (sima S2, descubieta en 1977) a 2534 metros de altitud, en la vertiente de Soaso de Linás hasta la Cueva de Santa Elena, no lejos de la ermita, cerca de la pista de Bujaruelo, a 1391 metros. Todo un logro conseguido en 1988, que necesita de 30 a 40 horas de esfuerzo, lucha, pasos gimnásticos, técnica y conocimientos, algo de sufrimiento también, bajo las cascadas, en el agua helada, sin descansos, paradas, ni sueño.

Es importante considerar, cada vez con más fuerza, la existencia de un Parque Nacional del mundo subterráneo. Un gran macizo calcáreo es también un mundo hipogeo de simas y cuevas, la «otra cara» o la «cara oculta» de los grandes paisajes de la superficie. Y un recurso abiótico de mayor interés. El valor de la calidad en las cifras del Sistema Arañonera son indicativas de las posibilidades y riqueza del macizo. Se atraviesa la montaña de parte a parte. No es casualidad que un fenómeno tan escaso (unión de boca y surgencia) tenga, dentro de los terrenos del Parque Nacional, las dos representaciones más importantes del mundo: el Sistema Arañonera y el de la Fuente de Escuaín.