Cuello Arenas, punto clave como puerta de acceso a los pastizales del Plano Tripals, es accesible desde Nerín por la pista de unión con Torla – Ordesa (itinerario nº 12) y desde Cuello Gordo. Refugio de pastores en el labio derecho y próximo al Barranco Pardina.
Para alcanzar el Cañón de Añisclo, varias posibilidades:

La solución rápida, aunque seguramente la menos interesante, es recorrer el Barranco Pardina por su fondo (con excepción del último trecho). Descender desde el refugio por un pequeño barranco. Se sigue el mismo fondo. Para evitar un resalte, tomar a la derecha y flanquear. El cañón toma dirección SE. Se camina de nuevo por el lecho hasta el umbral del hayedo, donde resueltamente se toma la orilla izquierda. El camino se aleja del eje del valle, marcado por mojones. Cuando el bosque se aclara, la senda desciende bruscamente por pedreras hasta la Ripareta.

Otra alternativa es ir a tomar el labio izquierdo de la Pardina hasta alcanzar el Barranco Capradiza, donde un sendero fácil gana el fondo de Añisclo. Rodear desde el refugio, cortar hacia un amplio abrigo bajo roca y alcanzar la cornisa izquierda del barranco. Hierba y huellas de ganado. Buen mirador hacia el Sur, en la confluencia de los cañones. Se aprecia la densa vegetación del Cañón de Añisclo y sus bordes acantilados. Ligeramente por detrás, un rústico puente cruza a la orilla izquierda del Barranco Capradiza, por donde baja el sendero hasta la confluencia con el río Bellós.
Por último, aprovechar una parte del itinerario nº 31, por la Faja de la Pardina hasta el final del Barranco de la Pardina, recorrido curioso y espectacular, con una visión muy extensa sobre el valle. Comprobar en unan zona más despejada una amplia canal que baja del acantilado superior. Permite salir, sin grande problemas, hasta la cornisa superior. Desde aquí seguir el itinerario hasta Barranco Capradiza.
Horarios: Por fondo Pardina, 1’30 h.; por Capradiza, 2 a 2’15 h.